ARRANCO, FERCHO, ARRANCO.......
Le pido a la vida, que nunca me quite la capacidad de asombrarme con las cosas simples.
En mi viaje de Navidad, despues de un retraso en el vuelo de 2 horas y de "BLOGGIAR" todo ese rato en la sala de espera, llego el momento al fin, de abordar el avion para algun dia, llegar a nuestro destino final.
Por asuntos laborales llevo muchos años de mi vida viajando en avion y nunca en todo ese tiempo puedo decir, he tenido alguna historia interesante con algun pasajero(era) que se sienten a mi lado.
Tengo que dejar muy claro que no soy un dechado de amabiliad, pero tampoco la agriedad personificada, diria que un Cristiano comun y corriente.
Todo parecia como un vuelo igual a todos.
Tuve mi pasillo, y en las filas de adelante como siempre, gracias a las bondades de la tarjeta de las millas acumuladas por tanta viajadera.
Una ancianita me pidio que si le cedia el pasillo ya que le habia tocado ventana y le daba mucho miedo.
Yo pense que como andaba en la salida de emergencial, la ida al baño no iba a ser un problema, porque todos los asientos eran los suficientemente amplios para salir, asi que accedi con mucho gusto, ademas la ancianita me produjo una ternura muy grande.
Quedaba el asiento del medio en el que despues de muchos ires y venires y de cerciorarse que toda su familia (Señora y dos hijos) estuvieran bien sentados, se sento un señor como con pinta de Obrero, que se veia muy emocionado por la situacion.
El señor llevaba su cabeza rapada, y un bigote muy 'Colombiano" (.....Lease Latinoamericano......), y un par de tennis muy blancos que parecian recien desempacados para la ocasion. Todos sus brazos estaban "Descascarando" o "Descaspando", resultado de una exposicion prolongada al sol sin la debida proteccion, que yo en mis fantasias de viajero desocupado supuse que era el resultado de alguna de esas fiestas de navidad que hacen las constructoras en Melgar, Anapoima o Girardot, o cualquiera de esos sitios de tierra caliente cercanos a Bogota.
Yo lo salude y me puse a mirar por la ventana del avion a los tecnicos terminando de alistar el avion.
De repente siento que mi espaldar se fue hacia atras de manera brusca y al mirar que pasaba, descubri que era mi vecino, que en su afan de encontrar la manera de reclinar su asiento lo habia hecho con el mio. Me pidio disculpas y le mostre el boton del suyo para que lo pudiera reclinar a su antojo.
Antes de cualquier cosa se volteo y le mostro a su familia de donde era que se controlaban los espaldares de sus asientos.
El cinturon de seguridad tambien se habia convertido en un reto por descubrir, no hallaba la manera de acomodarlo para que quedara como decia el video instructivo del avion. La ancianita del lado fue la encargada esta vez de enseñarle la forma correcta de hacerlo y se repitio con su familia el ritual que habia sucedido con lo del asiento.
A medida que el video instructivo iba transcurriendo, el se encargaba de repetir las mismas cosas a su familia, que estaba en la fila de mas atras siempre muy atenta y respetuosa.
La viejita al ver esto le pregunto que si era la primera vez que montaba en avion, y el sin nada de timidez, mas bien con orgullo afirmo que era la primera vez de todos, que tenia un Hermano en "Los Esclavos Unidos" que se habia ido hacia muchoa años y les habia mandado el tiquete de avion para toda la familia".
Hasta que llego el mejor momento de todos....
La hora del decolaje
Una vez el avion empezo a coger la velocidad necesaria para el despegue, nuestro personaje, como buen Machista, no le importo sino lo que su hijo menor pudiera estar sintiendo y mirandolo fijamente y con la emocion reflejada Broto de su garganta una especie de grito herido que decia:
Arranco, Fercho Arranco
Todos los miembros de su familia emitieron al unisono ese sonido muy particular que produce la sensacion de vacio cuando uno se monta en una montaña rusa, Era el extasis total, la felicidad con alas, un sueño cumplido.
Yo alli perplejo, los acompañe por completo en su experiencia y creo que jamas en mi camino viajero, despues de no se cuantos cientos de horas en mi haber, habia disfrutado tanto esa sensacion....
luego miraban todos por sus ventanillas e identificaban sitios de Bogota los cuales, no son para nada referentes habituales para uno,
..al final era tal mi emocion que acabe con mis ojos llenos de lagrimas y dandole gracias de nuevo a la vida por darme la oportunidad de encontrar en lo simple el goce de ella.
No se porque la aparicion de pelos en las orejas hacen que ande mucho mas sensible a ciertas cosas, alguna ventaja tenia que tener este cuento de envejecer......
Lo que siguio en el resto del vuelo da como para escribir una novela.
Pero lo que siempre quedara en mi mente son las caras de todas estas personas y ese: ARRANCO, FERCHO, ARRANCO
En mi viaje de Navidad, despues de un retraso en el vuelo de 2 horas y de "BLOGGIAR" todo ese rato en la sala de espera, llego el momento al fin, de abordar el avion para algun dia, llegar a nuestro destino final.
Por asuntos laborales llevo muchos años de mi vida viajando en avion y nunca en todo ese tiempo puedo decir, he tenido alguna historia interesante con algun pasajero(era) que se sienten a mi lado.
Tengo que dejar muy claro que no soy un dechado de amabiliad, pero tampoco la agriedad personificada, diria que un Cristiano comun y corriente.
Todo parecia como un vuelo igual a todos.
Tuve mi pasillo, y en las filas de adelante como siempre, gracias a las bondades de la tarjeta de las millas acumuladas por tanta viajadera.
Una ancianita me pidio que si le cedia el pasillo ya que le habia tocado ventana y le daba mucho miedo.
Yo pense que como andaba en la salida de emergencial, la ida al baño no iba a ser un problema, porque todos los asientos eran los suficientemente amplios para salir, asi que accedi con mucho gusto, ademas la ancianita me produjo una ternura muy grande.
Quedaba el asiento del medio en el que despues de muchos ires y venires y de cerciorarse que toda su familia (Señora y dos hijos) estuvieran bien sentados, se sento un señor como con pinta de Obrero, que se veia muy emocionado por la situacion.
El señor llevaba su cabeza rapada, y un bigote muy 'Colombiano" (.....Lease Latinoamericano......), y un par de tennis muy blancos que parecian recien desempacados para la ocasion. Todos sus brazos estaban "Descascarando" o "Descaspando", resultado de una exposicion prolongada al sol sin la debida proteccion, que yo en mis fantasias de viajero desocupado supuse que era el resultado de alguna de esas fiestas de navidad que hacen las constructoras en Melgar, Anapoima o Girardot, o cualquiera de esos sitios de tierra caliente cercanos a Bogota.
Yo lo salude y me puse a mirar por la ventana del avion a los tecnicos terminando de alistar el avion.
De repente siento que mi espaldar se fue hacia atras de manera brusca y al mirar que pasaba, descubri que era mi vecino, que en su afan de encontrar la manera de reclinar su asiento lo habia hecho con el mio. Me pidio disculpas y le mostre el boton del suyo para que lo pudiera reclinar a su antojo.
Antes de cualquier cosa se volteo y le mostro a su familia de donde era que se controlaban los espaldares de sus asientos.
El cinturon de seguridad tambien se habia convertido en un reto por descubrir, no hallaba la manera de acomodarlo para que quedara como decia el video instructivo del avion. La ancianita del lado fue la encargada esta vez de enseñarle la forma correcta de hacerlo y se repitio con su familia el ritual que habia sucedido con lo del asiento.
A medida que el video instructivo iba transcurriendo, el se encargaba de repetir las mismas cosas a su familia, que estaba en la fila de mas atras siempre muy atenta y respetuosa.
La viejita al ver esto le pregunto que si era la primera vez que montaba en avion, y el sin nada de timidez, mas bien con orgullo afirmo que era la primera vez de todos, que tenia un Hermano en "Los Esclavos Unidos" que se habia ido hacia muchoa años y les habia mandado el tiquete de avion para toda la familia".
Hasta que llego el mejor momento de todos....
La hora del decolaje
Una vez el avion empezo a coger la velocidad necesaria para el despegue, nuestro personaje, como buen Machista, no le importo sino lo que su hijo menor pudiera estar sintiendo y mirandolo fijamente y con la emocion reflejada Broto de su garganta una especie de grito herido que decia:
Arranco, Fercho Arranco
Todos los miembros de su familia emitieron al unisono ese sonido muy particular que produce la sensacion de vacio cuando uno se monta en una montaña rusa, Era el extasis total, la felicidad con alas, un sueño cumplido.
Yo alli perplejo, los acompañe por completo en su experiencia y creo que jamas en mi camino viajero, despues de no se cuantos cientos de horas en mi haber, habia disfrutado tanto esa sensacion....
luego miraban todos por sus ventanillas e identificaban sitios de Bogota los cuales, no son para nada referentes habituales para uno,
..al final era tal mi emocion que acabe con mis ojos llenos de lagrimas y dandole gracias de nuevo a la vida por darme la oportunidad de encontrar en lo simple el goce de ella.
No se porque la aparicion de pelos en las orejas hacen que ande mucho mas sensible a ciertas cosas, alguna ventaja tenia que tener este cuento de envejecer......
Lo que siguio en el resto del vuelo da como para escribir una novela.
Pero lo que siempre quedara en mi mente son las caras de todas estas personas y ese: ARRANCO, FERCHO, ARRANCO