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Friday, December 23, 2005 

CONFESION PUBLICA # 2

Tengo otro par de confesiones para hacer.

Si antes me senti como un culo por contribuir en cagarme la vida de peladitos "incautos", llevo a cuestas otro par de defectos que para las personas que no me conocen de tiempo atras, son la tapa de la olla si se quieren desinflar o desilusionar completamente de mi.

Todo empieza generalmente muy bien:

Les parezco "agraciadito" fisicamente,

medianamente inteligente,

divertido,

interesante,

buen tipo,

etc,etc,etc

hasta que llega el momento de confesar los dos pecados mas grandes de mi personalidad:

NO ME GUSTAN LOS SIMPSON Y TAMPOCO ME GUSTAN LAS MASCOTAS.

Hasta verguenza me da escribirlo.
Me ha generado tantos desaires y malos ratos......
Pero bueno, nada que hacer al respecto, es la cruda realidad.

De los Simpson hablaremos probablemente en otro Post, pero el asunto de las mascotas es el que por el momento me da vueltas en la cabeza.

Siempre fui criado en un ambiente "campesino" por llamarlo de alguna forma, asi que los perros,tortugas, palomas, caballos, gallinas y conejos eran parte normal de nuestro paisaje cotidiano.
No recuerdo nunca ver a mis padres pagando un solo peso por cualquiera de estas criaturas, llegaban a la puerta de la casa de formas diversas y misteriosas.
Nuestra casa en la que vivi los primeros 18 años de mi vida, tenia un jardin inmenso, con palomera y perreras incluidas que permitian alojar a nuestros huespedes inesperados.
Nunca recuerdo nuestro hogar sin que hubiera algun animalejo de estos rondandonos la vida.
Eso si existia una orden muy clara para todos:
Los animales no entran en la casa (Sin Excepcion)......
Bueno Si habia excepciones, pero era como una especie de rito anual.
Los unicos que durmieron en nuestra casa a su antojo, pero que sabiamos que era por corto tiempo, eran los pobres pollitos que pintaban de colores cada año en los bazares de beneficencia que organizaban nuestros colegios.
Siempre nos antojabamos, y siempre nos decian que no, que lo mas probable era que murieran y que despues ibamos a llorar mucho.
Jodiamos tanto, tanto, tanto, que nuestros papas no tenian mas remedio que acolitarnos esta especie de :"Cronica de una muerte anunciada" y compraban a mi hermana y a mi sendos pollitos, que con el pasar del tiempo, fueron nuestro primer contacto con la muerte.
Nuestra relacion con los animales era mas bien extraña, diria que un poco como la nuestra con nuestros padres.
Un amor muy profundo, pero muy "de Lejitos", no muchas caricias, un cuidado impecable y una disciplina muy fuerte para los habitos cotidianos.
Pero no eran el centro de nuestra existencia.
En esa epoca, las mascotas no eran parte tan vital de la vida de la gente como son hoy en dia.
Los amigos, los primos, los hijos de los mayordomos, suplian en cierta medida ese amor que hoy los niños profesan a sus mascotas
Cuando decidi irme a vivir solo, jamas se cruzo por mi cabeza la idea de tener una mascota o algo que se le pareciera, aunque la primera vez que sali de casa escogi dos paises en los cuales en esa epoca, el amor por los gatos y perros era una cosa de locos, que jamas en mi pocos años de vida habia visto en mi pais.

Pero viendolo desde la lejania, estos animalitos llegaron siempre en momentos muy significativos de nuestras vidas. Eran como una especie de regalo del cielo que nos ayudaba a entender que no andabamos solos y que "la vida" nos regalaba compañia encarnada en perros, conejos, palomas o caballos de acuerdo con nuestras necesidades internas.
Aun ahora en la lejania de esos momentos y a 3.000 Kms de nuestra casa de infancia, esas cosas siguen pasando.

Por motivos "Colombianos" mis padres tuvieron que emigrar y dejar atras esa casa con jardines inmensos llenos de animales, pero como uno no cambia asi como asi, lo unico que hicieron fue empacar la casa en un Container y trasladarla exactamente igual para un pequeño lote en La Florida.

Eso si sin ningun animal de los tantos que los habian rodeado toda la vida.

Y como la vida es prodiga a los pocos dias de andar en el ajetreo de sacar todo y volverlo a organizar, aparecio en la puerta
un perrito muy cachorrito de raza desconocida, que no era mas que una barriga con patas.
Era tan feo, tan feo, que mi papa decidio ponerlo "Figurin"....
y como siempre a punto de "sobrados" de comida, logro que se levantara y fuera parte imprescindible en la vida de ellos.
Supero las fronteras de la muerte porque una noche le pasaron el carro de mis padres por la barriga y despues de una "Semiagonia" de tres dias volvio a chillar y a joder la vida como acostumbraba hacerlo. En poco tiempo se volvio para ellos el "centro de sus vidas" porque pasaban mas momentos importantes con el, que con sus propios hijos.

Eso si, norma de oro, "Figurin" no entra a la casa ni loco.

Un amor muy profundo, pero muy "de Lejitos", no muchas caricias, un cuidado impecable y una disciplina muy fuerte para los habitos cotidianos.

Lo mismo de siempre, pero en otro momento.....
Se sentia, que lo miraban distinto, le hablaban distinto, podria decir que "Lo amaban distinto"......era como un humano.
Lo observaban, lo descifraban, lo trataban de entender
Como los cambiaron los años y las circunstancias.........

Hoy en mi temporada navideña, descubro a un nuevo miembro de nuestra familia.
Se trata de "Chimibirila", una pequeña gata que justo cuando el predio se estaba llenando de ratones que no respondian mas al veneno aparecio una noche, maullando en la ventana del cuarto de mis papas.
Muriendose de hambre.

Hoy fue lindo ver a mi papa y mi mama, envejecidos por los años, dandole ese amor inmenso y agradecido, a ese par de animalitos que los han acompañado mas en los ultimos meses que sus propios hijos.

El universo definitivamente es sabio.

AMO LOS ANIMALES (Pero si no entran a la casa)